La idea de crear lámparas de filtros de café le vino a Simone Oliveira en el restaurante de sus padres, en Carangola, una ciudad en el estado brasileño de Minas Gerais. Lo que más impresionaba a la antigua camarera sobre todo, era la variedad de sombreados que se obtenían de los diferentes filtros y la imaginación de crear algo nuevo de materiales viejos.Una vez Lavados y secados los filtros se pegan a una moldura de alambre con un procedimiento parecido al del papel machê para formar la lámpara, cuya suave luz proporciona en cada habitación una agradable atmósfera de tranquilidad.
Los primeros ejemplares los vendió en el restaurante de sus padres. A los clientes les encantaban las lámparas y preguntaban por ellas, tanto, que sus padres cerraron el restaurante y se concentraron en la producción de estas con su hija. Entretanto la empresa de Simone Oliveira cuenta ya con más de 40 trabajadores y distribuyen sus productos desde el año 2007 por todo Brasil y por toda Europa. Para una producción de esas características se necesita mucho material, así que fundó en su ciudad natal la iniciativa: por cada 100 filtros de café usados recibirá 100 nuevos. De esta manera ella recibe su materia prima y al mismo tiempo (algo que lleva en el corazón), acerca a la gente la idea de reciclar. “Si cada uno contribuyera un poco el mundo sería mejor” dice Simone Oliveira. Ella misma apenas tira nada, sino que lo utiliza casi todo de nuevo.
De lo viejo crear algo nuevo – este lema lo siguen más de 8,5 millones de artistas y artesanos en Brasil. Se usa casi todo lo que otros tiran: de usos de hilar de madera se crean muñecas llenas de color. De la fibra de las bananas se crean cuencos y de acero viejo candelabros. Cuando el material a usar no está al alcance de todos los bolsillos se despierta la creatividad y se usa de lo que se dispone.
Así como la decoración y los objetos usados de la cooperación “Gente de fibra” que fundó en 1998 el artista Domingos Tòtora como una iniciativa social. Lo que comenzó con la fabricación de verduras y cuencos decorativos de papel para los turistas, terminó apasionando rápido también a la clientela nativa. Entretanto trabajan 25 familias de las cercanías del taller en Maria da Fé. Desde 2005 florece la exportación: 25% de la producción se vende en USA y Europa.
En su camino a otros países estas iniciativas, Cooperaciones y artesanos artísticos están apoyados por el Institut Centro Cape. Un Centro de formación de empresas, una organización no gubernamental de Belo Horizonte en el estado de Minas Gerais, Brasil, especializado en artesanía artística. La organización Centro Cape juegan en ello un papel importante, ya que hace que se creen condiciones de trabajo dignas y se cuida el medio ambiente y la fuente de la que se extraen las materias primas.
Este estándar lo cumplen los miembros del proyecto Futurarte. Ellos crean bolsos, bandejas y platos con el lema: “Lo que ayer fue noticia hoy es arte” de papel de periódico reciclado y tejido. Los periódicos viejos son cortados en tiras, enrollados, encolados y cosidos. El tejido, restos que la industria pone a su disposición, sirven como forro del interior de los bolsos. Uno de esos bolsos recibió un premio al diseño en el concurso FORM –Form aus Handwerk und Industrie- de la asociación federal de artesanos artísticos en la feria Tendence en Frankfurt. Originariamente el proyecto Futurarte giraba alrededor de jóvenes que no tenía trabajo ni perspectivas, y les buscaban un trabajo o les enseñaban una profesión. A ello se le sumaron muchas madres de jóvenes interesadas en trabajar, lo que propició la ayuda a jóvenes y madres para que ganaran su propio medio de vida. Lo siguiente fue la producción solo para uso propio. El éxito no se hizo esperar mucho y la demanda fue tan grande, que tuvo que ser necesaria una producción mayor. Hoy trabajan 35 artesanos artísticos con amplia independencia y auto administración en la cooperación y son al mismo tiempo propietarios de la firma.
Leonardo Bueno es también su propio jefe. El artista crea vasijas y artefactos de palees que vienen de Europa y exporta gran parte a Inglaterra, Holanda y Grecia. Con esto se cierra el círculo de aprovechamiento: Los palees de Europa son equipados con mercancías que son enviadas a Brasil y regresan a Europa ennoblecidas como Vasijas y artefactos.
