Escoger un material para el tejado es una tarea compleja. No basta con pensar únicamente en la estética que se desea conseguir, a pesar de que este también sea un punto a tener en cuenta. Lo más importante a la hora de decidir es pensar en las propiedades del material y cómo afectarán tanto al exterior como al interior de la vivienda.
Desde la web especializada Tejados de Pizarra San José, aseguran que la pizarra es el mejor material para las cubiertas de todo tipo. Y es que ofrece multitud de ventajas con respecto a otros materiales que se utilizan habitualmente para tejados.
Ventajas de los tejados de pizarra
Los tejados de pizarra son diferentes a todos los demás, tanto en su estética como en las propiedades del material. En primer lugar, porque se trata de una piedra completamente natural que no pasa por ningún proceso artificial previo a su instalación. Se conoce que este material se ha utilizado desde el siglo XII, lo que da una idea de sus resultados.
La estética que ofrece es única en cuanto a su acabado. Primero porque, al ser piedras naturales, cada una tiene una forma propia y diferente a las demás. Y también por su tonalidad oscura, que difiere enormemente del color rojizo de las tejas habituales.
En cuanto a sus propiedades, destaca su capacidad como aislante acústico, gracias a una densidad muy superior a la de otros materiales.
Por supuesto, es impermeable, y resiste a cualquier condición climatológica de manera excelente. Esto hace que se convierta también en un buen aislante térmico tanto en bajas como en altas temperaturas.
El único contrapunto de los tejados de pizarra es que la inversión económica necesaria para instalarlo es superior a la de otros materiales. No obstante, es una inversión que se amortiza fácilmente, puesto que la pizarra ofrece también una mayor resistencia y durabilidad en el tiempo, lo que implica que su mantenimiento será mínimo.
Proceso para colocar un tejado de pizarra
Antes de colocar las piezas de pizarra como tal, es necesario realizar una base adecuada para su instalación. Tradicionalmente, esta base era de yeso, pero hoy en día es menos utilizado porque suele presentar ciertos problemas con el paso del tiempo, con lo que se ve comprometida la durabilidad del tejado. En cuanto a los procesos más modernos y utilizados en la actualidad, se encontrarían el tablero hidrófugo como base, y también el doble rasel, siendo este último más recomendado porque permite la colocación de otros materiales aislantes, tanto acústicos como térmicos, para mejorar la eficiencia del tejado.
Una vez decidida e instalada la base, se procede a la colocación de las piedras de pizarra ya cortadas. Existen básicamente dos métodos para sujetarlas a la base, que son, mediante la fijación con clavos, o mediante la fijación con ganchos. Cualquiera de las dos modalidades es efectiva, aunque variará levemente el acabado final de la cubierta.