Todas, o cuando mínimo casi todas, independientemente de su edad o condición, se han apuntado a esta moda... Así es, el cuidado y tratamiento de las uñas se ha generalizado hasta el punto que, en los últimos años, y a la sombra de dicho fenómeno, han ido proliferando toda clase de tiendas y salones de belleza especializados en manicuras, pedicuras, esmaltes, geles de uñas… Ni que decir tiene que también ha aumentado exponencialmente la venta por Internet de esta clase de productos de modo que cualquiera que lo desee puede hacer todo ello en casa y a su gusto.
Una de las claves de esta moda, que algunos ya han bautizado como «nail-art», se debe a que permite a las mujeres desplegar su creatividad o mostrar su atrevimiento a un precio relativamente módico. Y un hecho importante: si la interesada no queda contenta con el resultado le es muy fácil deshacer lo andado y empezar de nuevo (no se puede decir lo mismo de los, peinados, los tintes para el pelo y, no digamos ya, de los tatuajes…).
He aquí un dato ciertamente relevante y que nos da dimensión de esta ola. A la par que la crisis económica se cebaba en todo el mundo en las ventas de cosméticos, las ventas de productos y complementos para uñas crecieron del orden del 25% en 2012 y 2013. Lejos de decaer la tendencia sigue al alza.
El sello Planeta DeAgostini haciéndose eco de este fenómeno ha vuelto a revolucionar el sector de los coleccionables con Fashion Nails, una obra del todo inédita y que no tiene parangón a nivel de venta en quioscos. Dicha colección se ve que está siendo un éxito y en ella se aúna moda, belleza y salud, todo ello centrado, como no, en el ámbito de las uñas. Cada entrega, además, tiene como reclamo que va acompañada de esmaltes y complementos de las más reconocidas marcas.
