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Resumen de la entrevista de Milena Giorgi de Energía Estratégica España a Oriol Saltó i Bauzà, Associate Partner en AleaGreen. En la entrevista se analiza la tendencia de la baja demanda de electricidad en el mercado español. También se aborda sobre la transición de la industria hacia el vector renovable, que será clave para regularizar la generación de energías limpias

En el informe del estado de la demanda eléctrica, publicado recientemente por Red Eléctrica España, se expone que en los ocho primeros meses del año se registró una demanda eléctrica peninsular de 154 075 GWh, un 4,3% menos que la registrada en 2022. Sobre esto, en entrevista con Milena Giorgi de Energía Estratégica España, Oriol Saltó i Bauzà, Associate Partner de AleaGreen, repasa el transcurso de los últimos años y señala el desacoplamiento de la demanda respecto al crecimiento económico, impulsado por factores como la eficiencia energética y las crisis.

Asimismo, observa que para impulsar la electrificación, se requieren medidas que incentiven tanto la producción como la demanda de electricidad, junto con una transición hacia combustibles verdes, como el hidrógeno verde, en la industria.

Al ser preguntado sobre cómo describiría la evolución de la demanda en el mercado eléctrico español en los últimos años, Oriol Saltó i Bauzà expone que desde aproximadamente 2015, se ha observado un claro desacoplamiento entre el crecimiento de la demanda de electricidad y el crecimiento del PIB en España.

A pesar de que a partir de 2015, el PIB comenzó a recuperarse y crecer a un ritmo similar al de los años previos a la crisis financiera de 2008, la demanda de electricidad experimentó un crecimiento significativamente más lento, principalmente debido a mejoras en la eficiencia energética.

Luego, la pandemia de la COVID-19 en 2020 afectó negativamente a la demanda, seguida por la crisis energética de 2022, que redujo aún más la demanda debido a los altos precios que afectaron la competitividad de la industria y preocuparon a los consumidores.

En 2023, se continúa observando esta tendencia.

Sobre cuáles considera que son las principales causas, el entrevistado responde que en 2023, a pesar de que los precios son más bajos que en 2022, aún son significativamente más altos que los niveles anteriores a 2022 (o anteriores a 2020 excluyendo la crisis de la COVID-19 que resultó en precios anormalmente bajos).

La industria y su demanda aún no se han recuperado completamente. Por otro lado, también está el impacto del aumento del autoconsumo, especialmente durante los meses con mayor radiación solar.

El autoconsumo está experimentando un crecimiento exponencial, y cada unidad de energía autoconsumida representa menos demanda en la red.

A la pregunta sobre qué medidas o incentivos considera que se deberían implementar para promover la electrificación, Oriol apunta que hasta ahora, el enfoque ha estado en gran parte en fomentar la producción, a través de incentivos al autoconsumo.

Sin embargo, para una transición energética sin problemas, es esencial también incentivar la demanda de electricidad.

En este sentido, es importante fomentar la adopción de bombas de calor para electrificar tanto la refrigeración como la calefacción en los hogares, así como promover la adopción de vehículos eléctricos, como ya se está haciendo.

Además, en el ámbito industrial, es necesario electrificar todos los procesos industriales que puedan ser electrificados y, para aquellos que no lo puedan, como en el caso de procesos que involucran gases o altas temperaturas, se debe impulsar el uso de combustibles verdes, en particular, el hidrógeno verde.

El aumento en la demanda de hidrógeno verde desempeñará un papel fundamental en el aumento de la demanda de electricidad.