Si bien el bumping tradicional ya era peligroso, en este caso el peligro se multiplica por las posibilidades que ofrecen este tipo de pistolas eléctricas. El bumping básico se realiza con una llave preparada y con un martillo con el que se golpea la llave.
El golpeteo no ha de ser al azar, sino de acuerdo a las características de los modelos y las marcas. Los ladrones que cometían robos con martillo y llave, debían conocer la marca y modelo para maniobrar bien. El peligro de las pistolas bumping radica en su potencia, versatilidad y facilidad para abrir puertas con cerraduras de muchos tipos. Como peligro añadido, hay que señalar la extraordinaria facilidad para conseguir una de estas herramientas, las cuales pueden obtenerse por Internet a precios relativamente accesibles. Los maestros cerrajeros advierten sobre este problema, y sobre los métodos que deben implementarse para evitar los robos con pistolas de bumping. Claro está que los sistemas antirrobo instalados en los hogares y empresas deben ser de última generación.
Es preferible la colocación de puertas acorazadas con asociación a cerraduras de máxima seguridad. La protección será realmente efectiva cuando los clientes se decidan por cerraduras electrónicas. Se trata de medidas que harán imposible la manipulación de los sistemas, ya sea con bumping o con cualquier de los otros peligrosos métodos de robo, como el impresioning. Desde sectores de la cerrajería profesional, así como por parte de especialistas en seguridad y protección de viviendas y locales, se insiste en el perjuicio que puede suponer la libre venta de este tipo de productos. Los maestros cerrajeros profesionales serán quienes tengan que informar al interesado sobre las mejores maneras de impedir robos con ganzúas eléctricas o con pistolas de este tipo.
