Las empresas más avanzadas centran sus esfuerzos en mejorar la ‘experiencia de compra’ de sus clientes. Lo que no es nada habitual es que este concepto se aplique también a las mascotas.
Hasta ahora, los accesorios para mascotas contaban con los conocimientos veterinarios para lograr un diseño ergonómico y adaptado a la anatomía de los animales. Este enfoque no contemplaba la parte subjetiva.
Los humanos elegimos nuestro sofá o la vajilla en la que comemos basándonos, además de en aspectos funcionales, en elementos emocionales.
La empresa Zoogic aplica la tecnología del neuromarketing desarrollada por el LABoratorio Bitlonia.com en Mataró para leer la mente de los animales y conocer así su percepción sobre los accesorios para mascotas que comercializan en su portal de Internet.
Así, por ejemplo, “Darga” y "Cobi" son dos perritos voluntarios que ayudan a probar accesorios. Mientras ellos juegan y descubren las casitas para perros, un avanzado sistema de neuromarketing analiza las ondas eléctricas que se generan en su cerebro. Con esta información, un equipo de expertos es capaz de ‘leer’ literalmente su mente y poder saber qué casita les hace sentir mejor o cuál es el olor de la comida más apetecible o del tejido más relajante.
Con este sistema, los propietarios de mascotas pueden comprar los mejores accesorios, con la confianza de que han sido los propios animales quienes han evaluado cada producto. A los humanos les queda revisar los precios, que son también los más competitivos gracias al gran volumen de ventas y a que la venta se realiza por internet. Todo ello permite realizar una ‘compra lógica’ como dicen los creadores del portal.
Como anécdota, todo parece indicar que Cobi está enamorado de Darga, porque sus emociones son siempre más positivas cuando coincide con ella en las pruebas. Al final, ¿será que los accesorios para animales, como los humanos, se disfrutan mejor en buena compañía?.
El portal Zoogic está logrando un excelente resultado.
