La endodoncia en Sevilla consiste en la extirpación total de la pulpa o nervio del diente. Un procedimiento que se lleva a cabo para eliminar el tejido necrótico y las bacterias, dejando de esta forma el conducto lo más aséptico posible.
El tratamiento de endodoncia se basa en cuatro fases:
- Diagnóstico por parte del dentista en Sevilla, con el objetivo de ofrecer el tratamiento oportuno y personalizado a cada paciente. Se llevan a cabo incluso radiografías para verificar el estado del diente y comprobar su anatomía.
- Intervención con anestesia local. Una vez anestesiada la zona se lleva a cabo la apertura y aislamiento de la pieza dental a través de la corona del diente, para acceder de esta forma a la pulpa (parte más interior del diente donde se encuentran los nervios y los vasos sanguíneos. ) y poder extraerlo.
- Limpieza de los conductos, conocido como conductometría
- Finalmente se procede al sellado del diente u obturación. Procedimiento mediante el cual se deja la zona completamente insensibilizada.
Generalmente, el tratamiento de endodoncia tiene un seguimiento posterior del estado de la zona que suele durar semanas o meses, para asegurarse que todo el procedimiento se ha llevado con éxito y que la zona queda totalmente sanada.
"El profesional endodoncista establece la necesaria intervención cuando la pieza dental cuenta con caries profundas que propician la inflamación o la necrosis de la pulpa dental, es decir, muerte de la pulpa dental. Otros de los motivos pueden se traumatismos o el desgaste de los dientes por el roce entre ellos".
Existen casos excepcionales en los que, tras la primera intervención, es imposible eliminar todas las bacterias presentes en los conductos, por lo que es necesaria una segunda limpieza de los conductos con el fin de conservar la pieza y la dentición natural del paciente.
